Razones por las que condenar a mi padre y mi hermano.
Tengo buenos fundamentos para acusarles del daño terminal que han hecho a mis recuerdos.
Los delitos cometidos son de importante trascendencia.
Éstos son (no importa quién los cometió):
-Perder la Nintendo 64 y sus debidos cartuchos.
-Vender el tocadiscos.
-Hacer desaparecer todos mis juguetes, incluidos la casa azul de la Barbie, el todoterreno descapotable y la caravana rosa con barca. Lo de las Bratz me da igual (ahora entiendo que son demasiado chonis).
-Tirar todos mis libros de la infancia.
-Llevarme todos los veranos a Torremolinos y nunca a Port Aventura y en general sitios más chulis.
Tengo un gran resentimiento por todo esto. Lo admito.
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