lunes, 30 de enero de 2017

Yo lucho por lo que creo que es necesario luchar, aunque a ti te parezca una tontería

Estoy cansada. Agotada mentalmente, y cada día más, porque cada día aparecen nuevas preocupaciones en las que pensar. Cada día soy más consciente de los problemas sociales, de los medioambientales, de la injusticia, de la pobreza. Cada día, alguien nuevo me sorprende con una mentalidad estancada en el pasado.

Estoy harta de los prejuicios innecesarios. Aburrida de la afición que tenemos nosotros, los seres humanos, por juzgar a los demás y encasillarlos en un estándar al que creemos que pertenece cada uno.

Me resulta desesperante la capacidad que tenemos de ver y recordar lo malo y lo fácil que olvidamos lo bueno.

Me impresionan las personas que se ríen de los que tratan de aportar algo bueno al mundo para cambiarlo y mejorarlo, los que dicen que es una tontería votar a un partido animalista, hacer una manifestación o ponerse a la defensiva tras cada comentario o acción machista, racista o denigrante hacia cualquier persona.

Me avergüenzo de las personas que se alegran de la muerte de un torero, pero también me indignan los taurinos que les desean la muerte a los animalistas.

Tengo la sensación de que en pleno siglo XXI damos un paso hacia delante y dos hacia atrás. Hay personas que no están dispuestas a cambiar su mentalidad retrógrada, y es que con esa mentalidad, nada se puede hacer. 

Hay adultos que inculcan a los niños que la mujer que enseña las bragas es una guarra y que el niño que le levanta la falda a su compañera no merece amonestación, sin tratar de imaginar lo humillada que se puede sentir esa niña. 

Existe gente que automáticamente asume que, si te manifiestas contra la violencia de género, sólo crees que la violencia de género es de hombres hacia mujeres y no al contrario. 

Personas que dicen "yo no estoy en contra de los mariquitas", sin caer en la cuenta de que están utilizando una definición probablemente ofensiva para los susodichos. Individuos que se creen con derecho a observar intimidatoriamente a una persona del sexo opuesto con el objetivo de ligar, pero que se asustan si una persona de su mismo sexo les mira igual a ellos. 

Hay personas que critican los problemas sociales mientras se creen las noticias que ven en televisión, sentados en el sofá sin salir a la calle a hacer algo para erradicar tales problemas.

Personas que no son capaces de comprender que tiene que haber de todo tipo de personas, que no importe por qué cause luche uno, pero cualquier tipo de lucha debe comenzar por la reivindicación de un sólo individuo que aliente a los demás. 

Personas que no quieren entender que todo lo injusto merece ser atendido, aunque a uno no le parezca que cierta causa merezca atención.

Todavía, a día de hoy, la mayor parte de personas somos conscientes de las problemáticas diversas que hay en el mundo, problemáticas que no tienen otro creador que el ser humano, pero preferimos bajar la persiana en nuestros ojos y hacer oídos sordos para no actuar, para no sacrificar ni una mínima parte de nuestro tiempo o de lo que tenemos, para vivir cómodamente sin importarnos el río contaminado que riega nuestras plantaciones, el niño desnutrido que huye con sus padres de la guerra, el perro mutilado que ha sido obligado a participar en una pelea, la mujer asesinada a manos de su pareja el primer día del año...


Me entristece enormemente ser juzgada duramente por discutir con personas con esa mentalidad cuando trato de intentar hacerles comprender mi punto de vista, por intentar hacerles comprender por qué yo actúo como actúo. 

Y lo triste es saber que, por no ser una oveja más del rebaño y por intentar aportar algo bueno para cambiar la vida a mejor, no eres del agrado de los demás.

Aunque lo importante es que no te importe lo que piensen los demás de ti y seguir aportando tu minúsculo grano de arena para mejorar el mundo, aunque la mitad de las personas del mundo te critique y se ría de ti.


YO LUCHO POR LO QUE CREO QUE ES NECESARIO LUCHAR, AUNQUE A TI TE PAREZCA UNA TONTERÍA.


Parte de mi granito de arena:









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